El Ayuntamiento, que fue monasterio, se restaurará para utilizarlo en toda su capacidad
El alcalde de Paredes de Nava y también diputado de Turismo, Luis Calderón, acompañado de la teniente de alcalde, Yolanda Díez, y de la arquitecta Pilar Díez, han presentado el pasado martes las cuatro líneas estratégicas que se van a desarrollar en el marco del objetivo de restauración del patrimonio arquitectónico de la localidad.
El plan estratégico, denominado ‘Estrategia de turismo cultural’, en el que llevan trabajando «meses e incluso años desde el Consistorio», como afirmaba Calderón, «supondrá una alternativa de futuro y habrá que concebirla como una oportunidad de remodelar y dar una nueva visión de los espacios públicos, el entramado y la presencia de las calles, todo ello gracias al germen de asociaciones culturales grandes impulsoras de los cambios», afirmó el alcalde. Unos cambios para los que también colaborará con Cisneros, Fuentes de Nava y Becerril, que aunarán esfuerzos en la tarea de conservación de museos de arte sacro mudejar y arquitectura tradicional de los diferentes municipios.
En primer lugar, se va a restaurar el Ayuntamiento, que fue un antiguo monasterio, pues a pesar de su gran envergadura y potencial solo se utiliza el 50% de lo que realmente podría usarse, según se explicó. Para ello, se basarán en el aprendizaje de técnicas de restauración con el fin de elegir la más apropiada en un momento en el que el debate de cómo intervenir y restaurar en patrimonio está en boga. En esta tarea tendrán especial protagonismo alumnos ya egresados en Arquitectura de la Universidad de Catalonia (Italia), que gracias al programa de Erasmus+ realizarán seguimiento de las obras y también iniciarán un proyecto de documentación de la arquitectura tradicional de Paredes de Nava peculiar y bien conservada. Enlazado con él, le sigue el deseo de concebir el municipio como un museo abierto para promover la conservación y el conocimiento de las técnicas tradicionales para un mejor mantenimiento de la identidad local, que supone un reclamo porque no se encuentra nada igual en Castilla y León, según se incidió ayer en la presentación.
Otra de las iniciativas será la puesta en marcha el proyecto piloto «Escuela de patrimonio de verano», (Heritage Summer School), que se establece como un taller experimental interdisciplinar e internacional. Los objetivos son pensar en el espacio público de manera colaborativa «a la altura de grandes ciudades como Madrid o Zaragoza», como destacaba la arquitecta Pilar Díez, o experimentar con soluciones técnicas. El carácter experimental está asociado a la idea de enseñar a vincular cuál es la técnica constructiva tradicional óptima y en la investigación, experimentación y recuperación de conocimientos para capacitar a los participantes en la regeneración urbana del medio rural, además de servir de base para futuras obras o proyectos. El programa de la escuela contará con sesiones teóricas y prácticas para las que se contará con la experiencia, seguimiento y acompañamiento del grupo de profesionales locales e internacionales con una presentación de los trabajos realizados el último día del taller. El carácter interdisciplinar alude a la apertura al público interesado en general y a estudiantes, arquitectos, constructores, artistas, ingenieros, historiadores, arqueólogos, albañiles y autoconstructores en particular. Todos ellos centrados en ese diseño participativo del espacio público. El toque internacional lo pondrán los alumnos italianos que disfrutarán de la escuela programada para la semana del 6 al 11 de agosto.
Por último, larehabilitación del convento de San Francisco y conversión de la iglesia en Centro de Artes Escénicas, para lo que se aprovecharán los restos arqueológicos que siguen en pie y se meterá atrezo a lo desaparecido. Así, se rehabilitarán las grietas en las fachadas para proteger los muros, la cripta y el ábside de la antigua iglesia para dar paso a la creación de diferentes salas que tendrán las funciones de camerinos, salas de prensa y de visitas, aulas para talleres, ensayos… Sin saber aún si se realizará una única sala con escenario –que albergaría un aforo de unas 400 personas y podría acoger grandes actos– o si por el contrario se harán dos salas de tamaño más reducido para poder acoger actividades que necesiten un aforo menor. La propuesta pretende cubrir una demanda existente por parte de un sector de la cultura y no sólo generará actividad y un foco de atracción al público, sino que abrirá un abanico de oportunidades profesionales para las figuras de técnico de sonido, iluminación o profesionales de decorado, que contribuirá a activar la actividad económica del municipio en términos de turismo y hostelería.
Fuente: Bárbara Rodríguez. elnortedecastilla.es
