Situado entre la Iglesia de San Pedro y la Ermita de San Miguel nos encontramos con el Corro del Postigo. Aún se conservan restos de una muralla de tapial y adobe que sirvió, en la Edad Media, como medio de defensa para la localidad. De esta Antigua muralla sólo se conserva una de sus puertas, que cobija en su Balcón-Humilladero a la venerada Virgen del Postigo (Arco del Postigo).
