Esta iglesia fue construida en el S. XVI, aunque el único resto que tenemos actualmente de ella es la torre mudéjar del S.XIV. Cómo otras iglesias del pueblo la entrada a la misma es a través de un atrio y un pórtico con columnas románicas.
Se compone de una nave, donde está situado el altar mayor con imágenes de San Martín. En una de ellas se puede leer la inscripción “Martines Cathecumenus hac meveste contexit”, y en la parte superior se encontraba un escudo del Santo con la inscripción “palmam tamem martirio non amisit”.
En esta iglesia podíamos encontrarnos los altares de San Lorenzo, con un cuadro grande que muestra su martirio, de San Andrés, también con cuadro que le representa, de las Ánimas, y de Francisco de Paula.
Hay que destacar los cuadros que se encontraban en la sacristía de dicha parroquia: dos de San Martín, de los cuales en uno aparece con una urna dorada y está realizado en cobre, otro del Cura Pimienta, los de Pío V e Inocencio II, otro en cobre que representa la Adoración de los Santos Reyes (S. XV), que se conserva en Museo de Ate Sacro de la villa, y de los Reyes de España desde Ataulfo a Carlos II, de los cuales de Felipe I hasta Carlos II están conservados en la Sala de Sesiones del Ayuntamiento de la localidad.
Otros cuadros que poseía la iglesia se encuentran depositados en el Palacio Episcopal, sin tener recibo de su depósito, y otros fueron trasladados a Madrid, sin saber un paradero concreto.
En esta iglesia se encuentran las lápidas con su correspondiente epitafio de Dº. Fraco. y Dº. Gaspar Delgado y Heredia, beneficiados de esta villa y canónigos, de 1709 y 1719 respectivamente. También la lápida de Baltasar Pimienta, abogado y cura, y su epitafio de 1710.
El único resto interesante que aún perdura es la Torre de San Martín que data del S. XIV, aunque su construcción se debió realizar en dos épocas, la última en el S. XVI por Julio de Escalante.
Esta dividida en tres cuerpos. La parte inferior de la torre es de piedra maciza y sin vanos mientras que los dos superiores son de ladrillo, el primero de ellos tiene tres arcos ciegos ligeramente apuntados, mientras que el último cuerpo tiene los tres vanos abiertos aligerando la estructura. En este cuerpo de la torre está situado el campanario con cinco campanas muy bien timbradas; en una se puede leer la siguiente inscripción: “Sancte Martine ora pro nobis” de 1713, en una segunda: “Nuestra Señora de la Paz, año 1728”; el resto, ilegibles; sólo se puede observar el año de 1707.
Una reconstrucción reciente de la torre, a través del programa de protección y recuperación arquitectónica del Ministerio de Fomento y con un presupuesto de casi diez millones de las antiguas pesetas, ha permitido rehabilitar parte de la iglesia de San Martín.
Una fuente importante a la hora de realizar el Estudio de cada una de las iglesias ha sido la obra Monografía Histórica de la Villa de Becerril de Campos de Anselmo Redondo Aguayo. Nos ha ofrecido la posibilidad de poder contrastar las informaciones obtenidas con los datos que ya sabíamos de antemano.